Tener un hijo con Síndrome de Down

Tener un hijo con Síndrome de Down

Te voy a contar una historia con final feliz.

Cuando estás esperando un bebé, lo soñás, lo pensás como lo ves en las publicidades. Pero no siempre es como te lo cuentan.

Cuando Renato nació, aparecieron un montón de sentimientos encontrados, mezclas de emociones. Pero enseguida nos pusimos el objetivo de que SEA FELIZ.

Eso nos permitió verlo crecer libre, sin presiones, ni estereotipos que seguir.

Aprendimos a respetar sus tiempos, y a comprender que, con AMOR y ACOMPAÑAMIENTO, todo se logra.

Fuimos entendiendo y aplicando nuevas formas de comunicación. A darle LIBERTAD, a dejarlo SER. Le dimos tareas para que se DESARROLLE COMO PERSONA, que se sienta útil y valorado.

Todos los días, cuando llego agotada de trabajar, me está esperando con sus mates y su sonrisa. Es colaborador, respetuoso, buen compañero.

No es un “ángel” como suelen decir. Eso es lo más lejano a la realidad. Es una persona más, como cada uno de nosotros, responde con cariño al que se lo demuestra y se aleja de los que lo tratan con cierta indiferencia.

Siempre digo lo mismo: SI EN EL MUNDO HUBIERA MÁS GENTE CON EL CORAZÓN QUE TIENEN ELLOS, LAS COSAS SERÍAN TAN DIFERENTES! Sin egoísmo, maldad, sin dobles intenciones.

“Rena... qué decirte, orgullosa como mamá, que estés iniciándote en el trabajo de la panificación. Siempre estuve para apoyarte, desde el día en que naciste. Sin embargo, cuántas veces terminaste apoyándome vos a mí. Te amo hijo”.

***

Gracias Caro Roggero. "Carito" para mi. Mi gran amiga, a la que adoro! Se de tu lucha y se de tu amor. 

***